domingo, 10 de enero de 2010

Te mastico todo el tiempo.


Me gusta que me beses como a mi me gusta. Un torbellino me enrreda: es deleitarme al sol un día de verano, o comer mi comida preferida, muerta de hambre, en una isla en donde todo es insulso, incoloro, horrible. El estómago rugiendo, gritando, anhelando, anhelandote....¡las víceras se salen del cuerpo!, ¡ignoran el ruido del mundo!, salen a pasear los pensamientos más estruendosos de un cuerpo en donde mientras falta el aire, el aire sobra...es un respiro, una inyección ilegalmente GIGANTE de endorfinas conservadas en salmuera y eternidad...¡AFUERA MIS ENTRAÑAS! Aca mismo y ahora mismo estoy volviendo a tu lengua, a la ropa en tus rodillas agitadas, a una toalla que en mi mente se empapa en la droga que me dan tus gestos. Podría vivir acabándote/hamacándome en tu vientre mientras pasan las noches, los días, los dolores y la bronca. Te depositaría puntual en el punto en que mi mente switchea y elije el destino perfecto. Tu espalda metamorfoseaba en mil cosas mientras que mi boca se tragaba palabras, verbos, ideas, adjetivos...¡aaagghhh mis uñas! ¡las garras queriendo desgarrar la carne! los ojos que se cierran solos pero no se quieren perder detalle, entonces se abren, se cierran, se enojan, ¡no se deciden! es querer todo al mismo tiempo y querer NADA...nada más que ese momento exacto en el que grito en tus tetas...la mente colapsa y el cuerpo detona, despega, se vuela a otra parte, pide a gritos la amoxcicilina que salve la garganta inflamada. La sensación es de tanto placer que es casi dolor, el instinto más animal fluye en su curso de fricción y lujuria. Mientras tanto tu espalda sigue mutando, sos hombremujeranimal-monstruoencorvadocambiandosinpausa, sos un bichito cargando el doble de su peso y su llanto, una maravilla de la ingeniería genética, sos mucho, muchísimo, tanto, tantísimo, mucho ¡aaaaaggghhh! ¡ya nosé que sos! ¡SOLO SOS!...

y yo
por lo pronto
te cuido
te pienso
te beso
te abrigo.